El cambio climático está contribuyendo al incremento de enfermedades respiratorias en Honduras, afectando especialmente a las comunidades más vulnerables a la contaminación y a las olas de calor.
El cambio climático ha provocado un incremento en la frecuencia y la intensidad de las olas de calor, así como una mayor contaminación del aire en diversas regiones de Honduras. Estos factores están asociados directamente con un aumento de enfermedades respiratorias, particularmente en los sectores de la población más vulnerables, como los niños, los ancianos y las personas que viven en áreas urbanas densamente pobladas.
El aumento de la temperatura media y las olas de calor afectan a las personas con problemas respiratorios crónicos, como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Estas condiciones empeoran debido al aire caliente y a los contaminantes atmosféricos como el ozono y las partículas finas que se concentran en la atmósfera durante los periodos de calor intenso.
Además, los incendios forestales, que han aumentado en frecuencia y gravedad como consecuencia del cambio climático, liberan grandes cantidades de humo y partículas nocivas en el aire. Estas partículas pueden viajar largas distancias y afectar incluso a poblaciones que no están directamente expuestas a los incendios, lo que incrementa los casos de afecciones respiratorias.
La contaminación del aire, exacerbada por las actividades humanas y las condiciones climáticas extremas, es otro factor clave en el aumento de enfermedades respiratorias. La exposición a contaminantes como el dióxido de azufre, los óxidos de nitrógeno y las partículas en suspensión contribuye al deterioro de la calidad del aire en las zonas urbanas, especialmente en ciudades con una alta densidad de población como Tegucigalpa y San Pedro Sula. Esto agrava los problemas respiratorios y aumenta las hospitalizaciones por complicaciones de salud relacionadas con el sistema respiratorio.
En las zonas rurales, el cambio en los patrones climáticos también afecta la calidad del aire en el hogar. Muchas familias en Honduras aún utilizan leña para cocinar, y la falta de ventilación adecuada en los hogares provoca la acumulación de humo en espacios cerrados, lo que incrementa la incidencia de infecciones respiratorias agudas, especialmente en niños pequeños.
Ante esta situación, es fundamental desarrollar estrategias que aborden la relación entre el cambio climático y las enfermedades respiratorias. Esto incluye promover el uso de energías limpias, mejorar las infraestructuras de salud en las áreas afectadas y aumentar la concienciación sobre los riesgos de la contaminación del aire y las olas de calor. También es necesario fortalecer los sistemas de monitoreo de la calidad del aire para poder identificar las áreas más afectadas y actuar de manera oportuna.
El impacto del cambio climático en la salud respiratoria no puede ser subestimado. Honduras, como país vulnerable a las condiciones climáticas extremas, debe adoptar políticas que integren la mitigación del cambio climático con la protección de la salud pública.